Seguro que muchos de los que revisan nuestra página disfrutan de un buen jugo de naranja por las mañanas. Y es que cuando pensamos en el desayuno ideal, probablemente aparezca la imagen de una mesa repleta de alimentos donde resalta uno en particular debido a su color encendido: el jugo de naranja. 

La publicidad que habita en los medios de comunicación ha contribuido a crear este escenario donde el jugo de naranja es ideal para tus mañanas. No obstante, no nos dan las razones, es por ello que, en este artículo, engrietuhogar , te explicará la importancia de tomar jugo de naranja.

1. Favorece la salud y la apariencia de la piel debido a la Vitamina C.
2. Ayuda a la absorción del hierro, por eso, verás que muchos doctores recomiendan tomar jugo de naranja antes de algún medicamento para el hierro.
3. Es recomendable para pacientes con Diabetes (tipo II)
4. Mejora el movimiento intestinal: elimina los desechos y combate el estreñimiento.
5. Limpian el organismo y mejora la circulación de la sangre debido a sus propiedades: alcalinos y diuréticos
6. Reduce los niveles de colesterol
7. Mantiene al cuerpo hidratado debido a la cantidad de agua que le proporciona.

Sabemos que diversas marcas han hecho su propia versión del jugo de naranja. Sin embargo, son pocas las que realmente han decidido conservar la naturalidad de la fruta. Así pues, resulta mejor prepárate un jugo de naranja en casa que comprártelo hecho. 
                                                    
                                                 

Recuerda consumir todo con moderación, y escuchar a tu organismo para saber que viene mejor. Después de esto, ya te puedes preguntar ¿y si mañana comienzo con un jugo de naranja?

Uno de los ingredientes principales que contribuye a que los lazos del hogar se mantengan sólidos y saludables es el diálogo. Mantener una comunicación saludable con las personas produce una mayor confianza y seguridad en la relación. No se trata que solo aparezca cuando se busque solucionar un conflicto. El diálogo debe formar parte de nuestras rutinas. Darnos tiempo para conversar con el otro da la oportunidad de conocerlo más y entenderlo.

Muchas veces, en la convivencia, se pierde el interés por saber cómo se encuentra el otro. Existe la falsa creencia que, con verlo, ya se puede saber cómo se siente. Crear un espacio dónde se hable sobre el día de uno debería ser un nuevo hábito, donde no solo se trate lo que has hecho en el día sino también de cómo uno se siente al respecto de ello.  Al principio, puede parecer incómodo, y es probable que la conversación se llene de vacíos o de miradas de vergüenza, sobre todo, si nunca se ha generado este tipo de ambiente.

                                                                                                                              

No obstante, estos momentos de incomodidad son momentáneos si buscamos integrar la comunicación en nuestras rutinas. Por esta razón,encontrar un momento del día y un lugar es fundamental para crear espacios de diálogo. Preguntar al otro cómo está de forma automática da la sensación de falta de interés, además de que genera silencios incómodos.

La intención es producir un ambiente de confianza a través de la comunicación. Para eso, es importante escuchar lo que nos dice el otro. Sobre todo, si vivimos con niños/as que necesitan sentir que son tomados en cuenta en la familia. Generar un espacio de diálogo con los niños contribuye a su autoestima, puesto que lo estás integrando dentro de las opiniones familiares.

Demasiadas veces a los niños se les minimiza porque se cree que todavía no están en la edad de tomar decisiones. No obstante, escucharlo trae beneficios para que ellos se sientan seguros de sí mismo. Además de que desarrollarían la capacidad de expresar sus sentimientos sin temor.

Pero esto no es solo a los niños, también incluye a las parejas y hasta a la familia entera. No permitamos que los malos hábitos de la cotidianidad arruinen lo importante que es saber cómo se siente el otro. Si lo aplicamos correctamente a nuestras vidas desarrollaremos la capacidad de admitir nuestros errores, como también, de tolerancia hacia el resto.

Es hora de practicarlo.

Algo extra que nos ha traído el covid 19  es que nos viene enseñando a convivir con los nuestros, con quien hemos elegido o con nosotros mismos. Muchas personas se encontraron en la situación de desesperación ante esta gran pausa mundial. Sabemos que ya no se puede hacer lo mismo de antes, ya que ahora todo está más limitado, o incluso, ya no está. 

Seguramente, muchos, en algún momento, habrán explotado frente a su pareja, algún familiar o frente así mismos. 

Estas experiencias agravan las relaciones y la salud emocional de las personas si ocurre una mala gestión de ellas.

Por esta razón, en engríetuhogarhemos decidido tocar este tema sensible. Si bien es cierto, la cuarentena ya ha terminado, todavía continuamos con limitaciones, y la incertidumbre que genera esta enfermedad persiste en los cuerpos de las personas.

En este artículo buscamos dar algunos consejos para manejar este momento si vives con tu pareja o algún familiar. 

• Repartir las tareas del hogar:Ahora que se pasa más tiempo juntos es importante aprender a colaborar y a organizar las tareas de cada uno. Recuerden que las tareas han aumentado, ahora existen los teletrabajos y las clases virtuales. Para evitar conflictos posteriores, por la tensión que implica estar al día con todo, es recomendable delegar las tareas entre quienes conviven dentro del hogar. No solo contribuiría a tener una relación sana durante la pandemia sino también a construir algo saludable a futuro.
• Mantener tu espacio personal:Darte tiempo a ti mismo es fundamental para desarrollar una sana convivencia. Siempre hay algo nuevo que está en espera de que le des la atención suficiente para hacerlo. Existe una variedad de cursos por internet o simplemente pasar tiempo contigo ya contribuye a honrar tu individualidad.
• Compartir actividades juntos:¿y si hoy deciden ver una película juntos? O tal vez, ¿juegan a las charadas? Compartir momentos entre todos les ayudará a relajarse.También pueden compartir alguna tarea del hogar, por ejemplo, cocinar un platillo. Ello producirá que la comunicación entre ustedes se afiance o mejore.
• La comunicación:Es el pilar en nuestras relaciones, quien invento la frase: “la comunicación es la base todo”, no mentía. La tarea de cada uno es pausarse antes de hablar, y en el momento que uno crea adecuado expresar sus sentimientos de manera asertiva. Callar lo que uno siente produce resentimientos y mal entendidos con la otra persona. Y no solo se trata de comunicar, también de escuchar al otro. El dialogo entre ambos ayuda a resolver diferentes puntos de vista, solucionarlos o respetarlos. Es un proceso que con el tiempo uno aprende a hacerlo de la mejor manera.

Como ven, este artículo no ha dicho más de lo que ya intuimos o sabemos de nuestras relaciones. Al día de hoy la pandemia nos está brindando la oportunidad de mejorar nuestra relación, y por tanto, convivencia, con los más cercanos. Recordar estas pautas harán que no perdamos esta oportunidad de tener relaciones más saludables.

Llega el día de matricular a nuestros hijos en la escuela, por fin nos decidimos por una que nos genera confianza, una vecina del barrio nos la recomendó pues sus hijos también estudiaron allí, además de que queda cerca a casa, lo cual, viene bien para no gastar en movilidad.

¡Qué alivio! 

Pero ¿Cómo le explicamos a nuestros hijos este momento de su vida? 

Se han acostumbrado a estar en casa que tal vez les puede dar inseguridad, miedo o rechazo. Es por ello que en engrietuhogar queremos darte algunos consejos para que le des la seguridad y la confianza a tus hijos.

1. Familiarizar a tu hijo: puedes hablarle incluso desde la experiencia, siempre y cuando sostengas una comunicación asertiva. La intención es generarle confianza a través de frases como: "aprenderás cosas nuevas" o "conocerás personas que le gustan las mismas cosas que a ti". 
2. Generar entusiasmo: como señalamos en el punto anterior, se debe utilizar una comunicación asertiva que motive a los niños a ir a la escuela. Para eso, hay que dejar de lado nuestros miedos y revisar las palabras que utilizamos al hablar de la escuela.
3. Respetar sus tiempos:a los niños más tímidos les tomará tiempo entender estos cambios. Es importante recordar que no se debe generar presión. La finalidad es que ellos poco a poco encuentren su comodidad. Hay que tener paciencia para que no la reciban como una exigencia.
4. Rutinas: enseñarles a levantarse temprano, asearse semanas antes para que así poco a poco el niño o niña se acostumbre y, con el tiempo, lo realice solo.
5. Comunicación: si bien es cierto, no podemos prevenir que nuestros hijos o hijas vivan experiencias desagradables, si podemos transmitirle la confianza para que cuenten con nosotros. Ahora que entra a la escuela, se tiene que encontrar espacios de diálogo donde el niño exprese sus sentimientos, así le esté yendo bien o mal. Lo importante es crear un clima de confianza que en repetidas ocasiones hemos hablado en esta página.